¡Cuidado, el “sapo toro” anda suelto!
Para todas las niñas que están en busca de un príncipe y consideran la opción de ir besando sapos, hasta encontrar al príncipe perfecto, les tengo un atento aviso. La especie Lithobates catesbeianus, “Sapo Toro” para los amigos, es una clase de sapo que habita en lugares cubiertos por agua como: ríos, lagos, estanques y canales de irrigación. En México es común encontrarla en Sonora y al noroeste de Chihuahua. Este pequeño amigo, es portador de un hongo llamado: Batrachochytrium dendrobatidis causante de la quitridiomicosis, una enfermedad responsable de la disminución de anfibios a nivel mundial.
Afortunadamente esta especie es inmune a los síntomas, a pesar de que el 96% de los sapos es portador de este hongo.
Puedes identificar esta especie por sus características físicas, es un anfibio que mide aproximadamente de 10 a 20 Cm. y tiene un peso de entre 60 y 900 Gr. El color puede variar de verde claro u oliva a café verdoso, normalmente con manchas verdes o cafés. Cuando el sapo toro crece y llega a la edad adulta, presenta un abultamiento en los oídos del doble de tamaño que la de los ojos y un pliegue de piel que se extiende desde detrás del ojo hasta la base de las patas delanteras. Las hembras tienen una bolsa de bajo de la boca color blanco y en los machos es amarilla.
Si creías que esta especie es aburrida, te tengo una noticia. El Sapo Toro es nombrado de esta forma debido al ruido que produce que es parecido al mugido de toro que emite el macho de esta especie. Además de ser de gran tamaño y alimentarse de otras ranas, insectos, ratones, tortugas, pescados, langostinos, víboras y aves pequeñas.
Como verás nuestro amigo además de ser de buen comer, es una especie interesante que vale la pena conocer.